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Es la bebida nacional de Irlanda. Tiene un sabor agrio y un color rojizo. El whiskey irlandés tiene 95º como mínimo para ser considerado como bebida alcohólica y patriótica.
Elaboración[golegi | pennfenten]
En primer lugar, los agricultores irlandeses siembran azafrán en los campos baldíos, donde las las vacas no pasten. Estos campos son regados con jengibre, lo que le da esa propiedad tan característicamente rancia que tiene el whiskey.
Posteriormente, este azafrán, en ingentes cantidades (se neceistan más de 1.000 kilos de azafrán para hacer una botella de whiskey irlandés) es transportados a lomos de las vacas hasta las destilerías. La más famosa es la destilería de Letterkenny.
Allí introducen el azafrán en colonia y se lo llevan a Alemania, donde se deja por 25 años. Después, se transporta de nuevo hasta Irlanda a través de los Fjordos noruegos y allí se espesa con cobalto y tergal.
Se remueve bien, y se deja reposar treinta años más en barricas de heno. Al pasar treinta años ya se puede beber. Tiene una gradación de 45º.
El whiskey en la cultura irlandesa[golegi | pennfenten]
[[imagen:Imperator carnaval.PNG|left|thumb|El Imperator Seamus O'Hara XIV rociándose de Whiskey durante los carnavales]]El irlandés vive para y por el whiskey. Desde que son bebes se les alimenta con whiskey mezclado con la leche materna o, en caso de hosquedad por parte del infante, de leche vacuna. Así, los niños irlandeses crecen fuertes y dicharacheros.
Todo irlandés toma al menos dos botellas de whiskey al día, aunque es perfectamente normal tomar hasta nueve botellas. En el caso de niños y zascandiles, suele andar entorno a cinco botellas.
También es costumbre, en días importantes, como fiestas religiosas, cumpleaños, despidos, entierros, etc., el rociarse con whiskey.
En las escuelas irlandesas existe la asignatura obligatoria llamada Usos y maneras del Whiskey, donde se enseña a los infantes a beber whiskey.
La mayor destilería es la Destilería Seamus O'Hara de Letterkenny, si bien también es muy popular la Destilería Seamus O'Hara de Dublín.
Cuenta la leyenda que los andorranos eran tan hoscos que no bebían whiskey durante la ocupación andorrana de Letterkenny.